Es muy difícil
Es muy difícil, muy difícil, tanto que creo que nunca ganaré un premio en un concurso de fotografía. Hace mucho que no veo un retrato que me aporte algo, ni siquiera los míos, así que no tengo mas remedio que discrepar absolutamente con el fallo del equisequispaloteuve Concurso Fotográfico Joaquín Gil Marraco, un jurado formado por entre otros varios magníficos y prestigiosos fotógrafos de por aquí, han decidido darle el primer premio a una serie de retratos, seguramente buenos y desde luego impecablemente realizados, que recuerdan inevitablemente a otros retratos también buenos de autores más o menos conocidos (cuando los vi, me vino inmediatamente a la memoria un chaval que se llama algo parecido a Humberto Rivas). La repetición produce hastío, y estos retratos los tengo vistos, muy vistos, ya no me dicen nada, no me cuentan nada. Más o menos lo mismo de las escenas puertoplayeras a contraluz del segundo premio ya me da igual que sea un grupo de personajes sufrientes o gozantes, es la misma foto, ninguna historia; me gustaría que los concursos además de buenas realizaciones, los ganaran también buenas ideas, algo de comunicación y un poquito de arte y sobre todo poder ver criterio en los jurados, menos ir a lo seguro, menos pasado y un poquito de futuro, de riesgo; y por aquí nos encontramos el tercer premio, una magnífica interpretación sobre un paisaje combinado (según reza el título) con la memoria del autor José Ramón Luna de la Ossa que no me recuerda a ningún trabajo visto otras veces y por si esto fuera poco me gusta.
De las exposiciones de los concursos lo que más me gusta es la variedad, la posibilidad de ver juntos trabajos radicalmente diferentes, obras de autores que nunca se conocerán, intercomunicándose entre ellas, obras que ahora casi siempre tienen un nivel alto de calidad objetiva, obras que en muchos casos indican una frenética busca de definición, de estilo, junto con obras que buscan la estética dominante (ganar el concurso), obras que buscan la belleza junto con obras que se sienten bellas. Y por supuesto, siempre por encima de otro, mi propio punto de vista, mi decir: “esto me gusta, esto no, esto pse, esto si, esto no…”. Y esta exposición cumple, es muy variada; me gustan mucho las piedras de colores del mar de Isabel Díez, las perspectivas de José Ramón Moreno, los perros de Fernando Flores, la búsqueda en los retratos de Cristina Martorell, y si quieres playa, las de Cádiz de Antonio Jesús Bravo.
Cuando termino de ver esta exposición, me voy a la casa de la mujer donde están las vídeo instalaciones (o como se llamen) de Paco Algaba con el título “Pisos”, esencia, pureza, lirismo, sin perder el sentido crítico ni el humor; vamos, una pasada, si os da tiempo, ir a verla.
Ya para terminar, y como han pasado algunos días desde que empiezo esto hasta hoy, he de decir que el pasado día del Pilar, publicó el Heraldo de Aragón una separata con unas magníficas fotos de retrato, con historia, con una historia cercana, curiosa y muchas veces desconocida, algunas de ellas memorables. Fotografías de Carlos Moncín: “Los rostros del Pilar; seglares y religiosos”.
Za_ _za, 14 de Octubre de 2007
José Garrido Lapeña
Para sombras,foto
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